Se refiere a la organización planificada del espacio físico, manejo del tiempo, los recursos y las relaciones humanas que se suceden de manera dinámica, cambiante y adecuada a la realidad. En la Etapa Preescolar esta organización se realiza en función de los aprendizajes que se generan en los espacios: expresar y crear, armar y construir, representar e imitar, experimentar y descubrir. En ellos los recursos didácticos deben estar a la altura, acceso y manipulación; en correspondencia con el número de niñas y niños y al grupo de edades que se atiende.
El ambiente de aprendizaje debe proporcionar espacios seguros, cómodos, con materiales que despierten el interés, brindado oportunidades de aprendizaje e interacciones entre niñas, niños, materiales y adultos.
En la Etapa Preescolar la estructuración de la rutina diaria debe ser secuencial, estable, que permita a niñas y niños la construcción progresiva del aprendizaje.